Tras la caída del Imperio, Lando Calrissian decidió asentar su negocio en las minas del chamuscado planeta Nkllon. El problema era la estrella del sistema, Athega, que abrasaba el planeta y toda nave que se acercara a ella, sin que ningún escudo deflector pudiera impedirlo. Por ello, Lando mandó construir las Naves Escudo, capaces de proteger a las naves que se acercaban al planeta.
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Las minas de Nkllon
El chamuscado planeta Nkllon era rico en metales como hfredium, dolovita y kammris. Sin embargo, extraerlos era un suicidio, pues acercarse al planeta era una muerte lenta y espantosa, provocada por la radiación de la estrella que derretía las naves temerarias. Por ello, la Corporación de Ingeniería de la República, construyó las naves Escudo con un amplio disco protector con blindaje junto con un remolcador de propulsión para escoltar a las naves hasta la órbita de Nkllon. Una vez allí, las naves de carga bajaban hasta Ciudad Nomad, un complejo minero y de refinería que se movía a la sombra del planeta a medida que este giraba sobre sí mismo, evitando la luz de la poderosa estrella.
La flota se situaba a la orilla del sistema de Athega, en la Estación del Borde Exterior, que servía de estación de carga y descarga, y hangar de reparaciones. Una vez realizado un viaje de una Nave Escudo, la tripulación de apoyo retiraba las líneas de refrigeración y las reparaba. La seguridad y las reparaciones eran estrictas, pues cualquier fallo suponía no solo la destrucción de la nave Escudo, sino de los vehículos que escoltaba.
Las naves Escudo
- Diseño: Corporación de Ingeniería de la República – Corporación Minera Calrissian
- Tripulación: Piloto, copiloto, oficial de navegación, droide astromecánico y dos ingenieros.
- Longitud: 500 metros.
- Velocidad: 60 MGLT
Los escudos de las naves eran un emparedado con un blindaje de gran densidad y un laberinto de tubos refrigerantes y de salida de calor. Desde una reserva de refrigerado, en medio del cuerpo central de propulsión, se bombardeaba un fluido extremadamente frío a través del escudo para contrarrestar la temperatura exterior. Los pilotos de estas naves eran los mejores pilotos civiles de la Región en Expansión. Junto al oficial de mando y el copiloto, en las naves iba un oficial de navegación, en ocasiones acompañado de un droide astromecánico, quien se encargaba de revisar y corregir la ruta en todo momento. También viajaban dos oficiales de ingeniería, cuya misión era supervisar el monitor de calor constantemente.
La Corporación Minera Calrissian mandó construir doce naves. Usaban sistemas esclavos para controlar a las naves escoltadas, de esta forma la nave Escudo movía al resto como si fueran una sola. cada viaje era menos de una hora de salto hiperespacial, haciendo unos 3 viajes de ida y vuelta en una rotación solar, que era de 90 días.
Frikipolitas, si os ha gustado el post, no os perdáis la próxima entrega del Blog, donde seguiremos pilotando por este gran y maravilloso universo de Star Wars.
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