Tras la Batalla de Yavin, la Alianza había asestado un duro golpe al Imperio. Sin embargo, debieron evacuar la base de Yavin 4 apresuradamente. Eso provocó la perdida de gran parte de su equipo, y sobre todo, la perdida de un emplazamiento para su Cuartel General. Además, Leia era ahora princesa de un planeta desaparecido, y sin el amparo de su cargo senatorial debía escapar del Imperio, pues su habían puesto precio a su cabeza. Algo que descubriría bien en la Misión en Circarpous IV.
Problemas en la misión
La Alianza necesitaba inversores, y los comerciantes de Circarpous IV parecían ser los indicados. Ubicado en la Región en Expansión, eran ricos e influyentes, y estaban hartos del asfixiante sistema impositivo del Imperio. La construcción e la Estrella de la Muerte fue la gota que colmó el vaso de su paciencia. Por ello pidieron reunirse con Leia.
Nada más llegar comenzaron los problemas, pues el caza Ala-Y en el que viajaba Leia perdió uno de sus motores. Eso la obligó a dirigirse a Circarpous V, teóricamente deshabitado. Pero al entrar en la densa atmósfera, se separó de Luke, que viajaba en su caza Ala-X como guardaespaldas. El objetivo era dirigirse a una señal que habian detectado, donde podrían arregalr la nave, pero el planeta antes conocido como Mimban, les guardaba algunas sorpresas.
La señal se ubicaba tras un gran muro que rodeaba un complejo, que resultaba ser una operación ilegal de dolovita. Era una información ideal para usarla en las negociaciones con Circarpous IV. Allí conocieron a la anciana Halla, que decía ser «maestra» en la Fuerza. Y les enseñó un cristal Kaiburr, que aumentaba las capacidades de seres sensibles a la Fuerza. Prometieron ayudarla, pero tras una disputa con otros mineros, los imperiales los detuvieron a todos. El capitán imperial Grammel, un hombre amargado que detestaba su puesto y destino, confiscó el cristal y los retuvo hasta identificarlos. Halla consiguió liberarlos cuando, junto con Luke, usaron la fuerza para escapar. Grammel había avisado al gobernador del sector, Gyndine, identificó a Leia y avisó al propio Lord Vader.
Darth Vader a la caza
Escaparon de la prisión con ayuda de dos yuzzem que habían conocido en la prisión, y en la huida cayeron en una trampa de los coway, una especie local subterránea. Luke luchó contra su campeón para liberar a sus amigos, y lo consiguió influenciándoles con la Fuerza. Les tendieron una emboscada a los imperiales, y Grammel pagó con su vida a manos de Vader su error.
Finalmente llegaron al Templo de Pomojema, donde la anciana Halla les había dicho que estaba el cristal kaiburr. Pero al llegar, Luke y Leia tuvieron que enfrentarse a su guardián, un gran lagarto del pantano que había encontrado en el templo su hogar. Finalmente este quedó atrapado por un derrumbamiento que había provocado el mismo. Pero a continuación, el siguiente enemigo se les reveló: el propio Darth Vader.
Leia intentó enfrentarse a Vader, pero este jugó con ella, y tras quemarla en un par de ocasiones, la dejó inconsciente. Luke se enfrentó a Vader invocando la fuerza de su mentor, Obi-Wan Kenobi, ayudándose del poder del cristal. Esto le dio fuerzas para enfrentarse al Lord Oscuro. Tras agotarse mutuamente en el enfrentamiento, Vader cayó en un poco, y Luke y Leia recuperaron fuerzas gracias al poder del cristal.
Los circarpousianos se enfurecieron cuando se les informó de la operación minera ilegal del imperio en Mimban, Por ello acordaron desviar fondos secretos a la Alianza Rebelde. FOndos que, entre otras cosas, permitieron tener a la Alianza el cañón iónico de defensa planetario de la Base Eco en Hoth.
Frikipolitas, si os ha gustado el post, no os perdáis la próxima entrega del Blog, donde seguiremos pilotando por este gran y maravilloso universo de Star Wars.
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