Los droides de infantería de armas Balmorranas ha sido las más mortíferas tropas de a pie de la historia galáctica. Los droides de infantería tenían una larga tradición en Balmorra antes de la llegada del SD-10. Así, el predecesor más conocido el el droide de combate de la Federación de Comercio. Sin embargo, este necesitaba de una nave de control de droides para operar. El Imperio acudió a los técnicos de Armas Balmorranas tras las Guerras Clon para mejorar este diseño.
Así, el ingeniero imperial Umak Leth desarrolló las mejoras de la serie SD. Aunque buenos contra pequeños enemigos, no eran buena opción contra un gran número de enemigos al carecer de visión táctica. El SD-4 y SD-5 intentaron mejorar las deficiencias de modelos anteriores. Tras el proyecto soldado oscuro, se actualizaron con información de estos soldados creando los SD-6, SD-7, SD-8 y SD-9.
Sin embargo, Balmorra creó en secreto el SD-10, con sustanciales mejoras respecto al SD-9 que vendió al Imperio.
El SD-10
- Altura: 2,3 metros.
- Accesorios: Sensores de combate, blaster de repetición de largo alcance, lanzamisiles, cañón de plasma, generador del blindaje contraimpactos, chasis de aleación autoreparadora.
- Diseño: Armas Balmorranas.
Cuando el gobernador de Beltane vio la oportunidad de recuperar el control del Imperio, y usó los SD-10 contra los desfasados SD-9 imperiales, que no tuvieron ninguna oportunidad. Con apoyo de los soldados sombra y los AT-ST, el Imperio resistió. Pero fue entonces cuando entraron en juego los Viper X-1 pilotados por agentes de la Nueva República, quienes equilibraron la balanza y terminó por una retirada imperial.
Esta información procede de Legends.
Frikipolitas, si os ha gustado el post, no os perdáis la próxima entrega del Blog, donde seguiremos pilotando por este gran y maravilloso universo de Star Wars.
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