Zam Wesell era una cazarrecompensas excepcional, tal como lo era la especie a la que pertenecía, los clawdites. Y a pesar de su corta vida y carrera, dejó huella en el Gremio. Su vehículo habitual era el velotransporte aéreo Koro-2. Y su final fue tan trágico como el de la propia Wesell.

Construido por la Corporación de Movilidad Extraplanetaria Desler Gizh, filial al Gremio de Minería Galáctico, era el ejemplo de elevador de repulsión con cabina cerrada común en el Círculo Exterior. Creado para misiones de exploración civil en planetas desérticos y deshabitados. Sin embargo, no cumplía la normativa para circular por Coruscant.

Koro-2, un velotransporte eficiente

  • Tipo: velotransporte aéreo exomotor Koro-2 para todo tipo de atmósfera, de Desler Gizh.
  • Longitud: 6,6 metros.
  • Anchura: 2,1 metros.
  • Velocidad: 800 km/h.

El Koro-2 no gastaba casi combustible, de tal manera que su tanque lleno le permitía estar en vuelo sostenido durante cinco años enteros. El gas se extraía de la parte trasera y se inyectaba en los aceleradores eléctricos donde se transformaba en combustible y conducidos a los motores delanteros, que creaban un poderoso campo electromagnético que propulsaba el Koro-2. Sin embargo, en planetas densamente poblados como Coruscant, este sistema era un peligro para la salud, pues desprendía emisiones radiactivas en la proa de la misma. Además de crear un hedor de gases quemadas nada bueno para cualquier transeúnte.

Era capaz de alcanzar los 800 km/h, y podía llevar unos 80 kg de peso. Diseñado de forma aerodinámica con una estilosa figura que recordaba a los podracers de carreras. Su cabina no tenía ni cinturones ni generadores de tracción en los asientos, pues Wesell necesitaba libertad de movimiento para pilotar y disparar.

Frikipolitas, si os ha gustado el post, no os perdáis la próxima entrega del Blog, donde seguiremos pilotando por este gran y maravilloso universo de Star Wars.