La Fundición de droides de Geonosis fabricaba droides de combate y los exportaba a toda la galaxia. Después de la Batalla de Naboo, el Senado prohibió la utilización, venta y fabricación de droides de combate. Sin embargo, el archiduque de Geonosis, Puggle el Menor, construyó en secreto lo que denominó como el mejor ejército de la galaxia, para su mejor cliente, la Federación de Comercio. Su principales productos eran el droide de combate B1, el superdroide de combate, y los droidekas.

La mayor industria de droides de combate

Tras su derrota en la Batalla de Naboo, la Federación de Comercio tuvo que reconstruir su ejército en secreto. Por ello, y con la ayuda del Conde Dooku, firmó un acuerdo secreto con Geonosis, un planeta en el límite del Círculo Exterior. Uno de los productos exclusivos que demandaron a los geonosianos es el superdroide. Un droide de combate fuertemente acorazado con una coraza reforzada. Restringía su capacidad de movimiento pero lo convertía en un enemigo casi indestructible.

La superficie de Geonosis engañaba al visitante. Pues es en sus entrañas, en las profundidades de las colmenas subterráneas, donde se encontraba las bastas infraestructuras de fabricación de droides, una de las más grandes de la galaxia. La gran materia prima provenía del cinturón de asteroides que giraba entorno al planeta.

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Puggle el Menor y los Geonosianos

Puggle el Menor consiguió unir a varias de las colmenas geonosianas en un esfuerzo de producción común de este gran ejercito droide. Al mismo tiempo, persuadió a los independentistas, de que Geonosis era un socio confiable y una buena base de producción para su ejército.

La gran mayoría de habitantes del planeta sirven a la familia gobernante en estas fundiciones. Su estructura social se basa en un sistema de clases de origen biológico. Pese a seguir una estricta ética de trabajo, todos los geonosianos disfrutan en su tiempo libre del pasatiempos favorito: la lucha de gladiadores. Las colmenas de los geonosianos no tienen espacio para prisiones, por ello mandan a todos los presos a los estadios de lucha para el divertimento. Estos combates estaban siempre presididos por el archiduque Puggle el Menor.

Los combates comenzaban cuando los picadores montados en orrays azuzaban a prisioneros y bestias, para retirarse en cuanto comenzara la lucha. Los zánganos en las gradas azuzaban con sus gritos, al mismo tiempo que eran despreciados por las clases altas. Sin embargo, agradecían que descargaran su ira a gritos sobre los condenados.

Frikipolitas, si os ha gustado el post, no os perdáis la próxima entrega del Blog, donde seguiremos pilotando por este gran y maravilloso universo de Star Wars.