Los droides de energía son droides voluminosos, pesados, ridículos e incluso estúpidos, pero gran parte de la galaxia funciona gracias a ellos.

Los modelos EG-4 y ED-6, de Sistemas Veril Line, fueron los pioneros. A pesar de todos sus inconvenientes mencionados, enseguida se hicieron indispensables sobre todo en hangares, pistas de propulsión o centrales tecnológicas. Sin embargo, fueron perdiendo terreno cuando Automaton Industrial lanzó al mercado un modelo muy similar a ellos, el GNK, apodado «gonk» por el sonido que hace al andar. A lo que Sistemas Veril Line contraatacó lanzando el modelo S9, una versión más grande y cara del EG-6.

  • Altura: 1,1 m.
  • Diseño y fabricación: Sistemas Veril Line, Automaton Industrial.
  • Accesorios: sensor acústico, generador de fusión interna, brazo manipulador, conectores estándares ligeros y pesados.

Baterias andantes

El diseño de los Droides de energía era sencillo se compagina con su gran resistencia. El generador de energía lleva un caparazón acorazado que le protege de cualquier daño. Son tan duros que algunos siguen en funcionamiento después de varios siglos.

Se han ganado una fama de testarudos debido a su estupidez y a su negativa de recargar equipos defectuosos. Además que que gozan de una fama de provocadores de accidentes tanto leves como tropezar con personas, como graves causando graves accidentes con vehículos terrestres. También son famosos por cumplir ordenes ciegamente, llegando a ser objeto de burlas y apuestas, como ver hasta desde que altura pueden sobrevivir arrojándose al vacío.

Hay quien los usa para los entrenamientos físicos. Como «Wrecker» uno de los miembros de la Fuerza Clon 99, apodado el La Remesa Mala (The Bad Bach), protagonistas de la serie animada con el mismo nombre.

Frikipolitas, si os ha gustado el post, no os perdáis la próxima entrega del Blog, donde seguiremos pilotando por este gran y maravilloso universo de Star Wars.